jueves, 5 de mayo de 2011

El Brunch del Naguar





Después de varias comidas en el Naguar, ya tocaba conocer esta atractiva propuesta, el Brunch.
A un fartón como yo le traía por la calle de la amargura y tenía unas ganas locas de meterle mano.
Uno puede pensar que a esas horas, por la mañana, no le entra tanta comida en el cuerpo y demás, para mí, con gustos más europeos que españoles, es una brillante idea.
Para los que desconocéis esto del Brunch es una mezcla entre un desayuno (breakfast) y un almuerzo (lunch).
Es un concepto muy yanki, pensad que en esa sociedad y similares encaja como anillo al dedo, su ritmo de vida no es comparable al nuestro.
En España está muy poco introducido pero yo le auguro un éxito total, en pocos años será algo muy normal, sobre todo las mañanas de los fines de semana para recuperarse de los excesos nocturnos...

Resumidamente, el Brunch que ofrecen en Naguar se compone de bollería variada, repostería, chocolate, café, zumos, un plato salado y un postre, adicionalmente se puede tomar un Blody Mary y ya se puede decir que somos medio yankis ;-)

Sinceramente, me parece una maravilla, yo disfruté muchísimo y vale cada euro de lo que cuesta.
Son 22 euros y 25 con el Blody Mary al final o una copa de cava y se sirve de 11 a 13 solamente los domingos.
Se puede repetir cuantas veces quieras excepto del plato salado y del postre, aunque la cantidad que sirven es verdaderamente sobrada, excesiva diría yo.



A estas alturas seguro que la mayoría conocéis el local, no perderé tiempo en hablar de la decoración y demás, solamente resaltar la comodidad de los sillones, un auténtico lujo para pasar tiempo allí sentado, ojala estuvieran más extendidos en los restaurantes, frecuentemente se convierte en una tortura para el trasero y al espalda disfrutar de un menú largo, sin duda contribuyó a disfrutar tanto de la experiencia, un diez en ese sentido.
También en esta visita noté un incremento notable en el servicio y la atención, la maquinaria ya está perfectamente engrasada y el equipo parece consolidado, excelente, a la altura del local y de la cocina, todo fueron atenciones y profesionalidad y no siempre se lo pusimos fácil ya que íbamos con las dos fieras.



Empezamos con el agua y unos zumos, una botellina pequeña de mango, exquisito y una grande naranja recién exprimida.



En este caso, después de tomar mi café matutino, opté por el chocolate, un valrhona para amantes del chocolate.



Y por fin aparece uno de mis amores, el croisant, croisant de verdad, de mantequilla, perfecto, nada que ver con lo que se suele encontrar bajo ese mismo nombre.
Tambien una "napolitana" -por llamarla de alguna manera, por que nada tiene que ver con las industriales- prima del croisant, excelente.



Diversas tartas y bizcochos, avellana, chocolate etc etc, todos caseros y excepcionales, un lujo.



Una cestita de diversos panes recién horneados.



Mermeladas variadas.



Sirope de arce -sí, eso que vale para más cosas que para hacer extrañas dietas de adelgazamiento- y miel.
Insisto en que si alguien se queda con hambre hasta este punto se puede repetir de lo que se guste.



Por fin llega el plato salado, eramos 3 personas y hubo quorum, se puede elegir entre varios platos, pero mi amada hamburguesa ye mucha hamburguesa...
Qué decir de ella???
Noté el pan más tierno que en anteriores ocasiones, tal vez demasiado para mi gusto, me gusta el pan con personalidad.



De postre yo me decidí por la conocida tarta de naranja, me gusta mucho.



Por la otra parte de decidieron por la crema de arroz con leche y por los profiteroles.



A mí la crema de arroz con leche no me acaba de entrar, me parece lo más flojo de la oferta.
Estaba tan fartuco, exhausto de comer y entregado que no pude con el Blody Mary, así que lo tengo pendiente para otra ocasión.

No se que os parecerá, pero yo estoy naguando por volver.